Agentes antidrogas detuvieron a un supuesto capo de la droga mexicano relacionado con un cargamento de dos mil 200 kilos ( 4, 851 libras) de cocaína decomisada la semana pasada en la capital panameña.
Trataba de huir
La detención del mexicano Francisco Salazar Ramírez, de 32 años, ocurrió el domingo en Paso Canoas, en la frontera con Costa Rica y 500 kilómetros al oeste de esta capital, cuando intentaba abandonar el país, luego de la incautación de la droga el jueves pasado.
El fiscal antidrogas José Almengor dijo en rueda de prensa que Salazar Ramírez, oriundo de Guadalajara (México), ejercía funciones de coordinador del cargamento de dos mil 283 kilos ( 4, 851 libras) de cocaína decomisados la semana pasada en esta capital.
La droga estaba escondida en contenedores de doble fondo, ubicados en un taller en la zona de Pedregal, en el este de la ciudad, donde además fueron decomisados 11 fusiles AK-47, carros y fueron detenidos cuatro panameños y un colombiano.
Almengor indicó que documentación hallada durante la Operación J-333 permitió relacionar a Salazar Ramírez con la carga de los dos mil 283 kilos de alcaloide.
Varios pasaportes
A Salazar Ramírez se le encontraron dos pasaportes con distintos nombres, por lo que Panamá se contactó con autoridades mexicanas para determinar su real identidad.
Salazar Ramírez, quien fue presentado esposado a los medios de comunicación, era uno de los narcotraficantes más buscados en Panamá, por su presunto vínculo con cárteles mexicanos, aunque Almengor indicó que falta por determinar su pertenencia.
El mexicano había llegado a Panamá el 27 de octubre, por lo que las autoridades sospechan que sólo realizaba las coordinaciones respectivas para el trasiego.
Almengor anunció que el mexicano enfrentará cargos por tráfico de drogas.
El fiscal dijo que es cada vez más frecuente la participación de mexicanos en la cadena de logística del trasiego de drogas por Panamá.
Panamá es un país de tránsito de drogas que desde Colombia son traficadas a Estados Unidos por diversas rutas.
Durante este año, las autoridades han decomisado casi 50 toneladas, mientras el año pasado incautaron 70 toneladas.
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