La liberación de 16 de 27 jornaleros mexicanos secuestrados el pasado lunes en el estado de Sinaloa, en el noroeste de México, alivió hoy la tensión de los familiares y las autoridades, aunque sigue la angustia por el destino de los restantes cautivos, todavía en paradero desconocido.
La fiscalía de Sinaloa informó hoy sobre la liberación de los jornaleros, que fueron capturados por un grupo armado, al parecer del crimen organizado, en una finca agrícola.
El anuncio fue bien recibido por las familias de los secuestrados, quienes expresaron su satisfacción por encontrar con vida a sus seres queridos.
Tanto las autoridades como los familiares de los jornaleros temían que el secuestro concluyera con una matanza, después de que en septiembre pasado aparecieran asesinados 24 hombres en el parque de La Marquesa, en los límites entre el Distrito Federal y el estado de México, centro del país.
Según los testimonios de tres de los liberados, el grupo armado los trasladó con los ojos vendados a un sitio despoblado y entre cerros, donde los mantuvo cautivos.
Los jornaleros relataron que sus captores los liberaron cerca de las vías de un tren, desde donde caminaron hasta una carretera y abordaron un autobús para llegar a Culiacán, capital de Sinaloa.
Uno de los testigos afirmó que no fueron "golpeados ni amenazados" y que incluso les proporcionaron comida que llevaban preparada.
Añadió que después de liberarlos les entregaron cien pesos (unos 7,7 dólares) a cada uno de ellos para que pudieran regresar a la capital del estado.
No obstante, la fiscalía indicó que los liberados han expresado su temor por aparecer en los medios de comunicación.
Las autoridades confirmaron que hasta el momento solo se han recabado esos primeros testimonios sin que se haya tenido contacto con el resto de los jornaleros. Asimismo, investigan el paradero de los otros once jornaleros, aunque algunos medios locales señalaron que todos los secuestrados fueron liberados, pero permanecen ocultos por temor a represalias de sus captores, lo que no ha sido confirmado oficialmente.
De los liberados, solo tres se han presentado a declarar ante las autoridades.
"Suponemos que (los demás liberados) no se han presentado por el temor que tienen", indicó una fuente de la fiscalía.
Datos oficiales indicaron que el rancho donde trabajaban los campesinos pertenecía a personas vinculadas con la familia Carrillo Fuentes, que encabeza el cartel de Juárez.
Sinaloa ha sido la cuna de muchos de los grupos de narcotraficantes, debido a que en esta zona comenzó la siembra de marihuana desde la primera mitad del siglo pasado.
Del estado son originarios Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca y los Arellano Félix, al frente del cartel de Tijuana; Héctor "El Güero" Palma, Vicente Carrillo Fuentes y los hermanos Beltrán Leyva, algunos de ellos en la cárcel y otros muertos, como Amado Carrillo Fuentes ("El señor de los cielos"), fundador del cartel de Juárez.
Actualmente, Sinaloa es la base de operaciones del llamado cartel del Pacífico que encabeza el narcotraficante Joaquín "Chapo" Guzmán, quien permanece prófugo desde 2001 cuando escapó de una cárcel de máxima seguridad.
El capo del cartel de Juárez, Vicente Carrillo Fuentes, era un aliado de "El Chapo" Guzmán, pero fuentes de seguridad afirman que ambos rompieron su alianza y el segundo se pasó del lado del cartel del Golfo, acérrimo enemigo del cartel del Pacífico.
En este estado han sido asesinadas más de 300 personas en lo que va de 2008 en hechos atribuidos al crimen organizado.
En los últimos años, el crimen organizado ha mantenido una práctica de secuestro, denominado en México "levantón", que consiste en el rapto de una o varias personas, quienes aparecen muertas días después con huellas de tortura y con un "tiro de gracia".
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