El director de Seguridad y Custodia del Reclusorio Sur, Jorge Velázquez González, de 38 años de edad, fue torturado, vendado y ejecutado de un balazo en la cabeza y su cadáver encobijado lo abandonaron en calles de la Colonia El Molino, Delegación Iztapalapa.
Los sicarios le dejaron un mensaje escrito en una cartulina que textualmente dice: "por bajar a mis compadres a los módulos y quitar los aparatos a los del Nueve, te mandamos al infierno y los que faltan".
El funcionario del gobierno del Distrito Federal fue privado de su libertad a bordo de una camioneta de su propiedad tipo Explorer, la noche del pasado domingo al terminar su turno y en los momentos de salir del Reclusorio Preventivo Sur, y ayer por la mañana apareció torturado y ejecutado.
Por la forma en que fue cometido el crimen de este funcionario de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del DF, los investigadores de la PDGJF presumen que se debe a una venganza de gente ligada a la introducción de drogas a los penales, debido a que desde febrero, Jorge Velázquez había sido denunciado de brindar protección a gente ligada a la venta de drogas.
Por lo relevante del caso, desde la tarde de ayer, la Fiscalía Central de Investigación para Homicidios de la Procuraduría capitalina, atrajo el expediente de la ejecución contra el director de Seguridad y Custodia del Reclusorio.
El cadáver del jefe de Seguridad y Custodia tenía la cabeza cubierta con cinta canela y las manos atadas a la espalda con un lazo, además que había sido cubierto con una cobija.
Según las investigaciones, el homicidio pudo haber sido planeado por grupos del exterior del centro penitenciario y ordenado por presos de alta peligrosidad que se encuentran internados en el Reclusorio Preventivo Sur.
De acuerdo con las investigaciones de la fiscalía de la Procuraduría General de Justicia del DF en Iztapalapa, el servidor público desapareció el pasado domingo.
Jorge Velázquez ayer cumplió un mes de haber sido designado jefe de seguridad del Reclusorio Preventivo Sur -debido a que el 10 de mayo lo designaron oficialmente en ese cargo del Reclusorio Sur- y antes ocupó ese mismo cargo de manera interina en el Reclusorio Norte, donde fue denunciado junto con otros directivos de Seguridad y Custodia de permitir la entrada de cargamentos de droga.
El cadáver del jefe de Seguridad del Reclusorio Preventivo Sur fue encontrado en la esquina de Pintapán y Guacepil, en la Colonia El Molino, perímetro de la Delegación Iztapalapa, a unos dos kilómetros del cuartel de Fuerza de Tarea de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
El ahora occiso tenía la cara cubierta con cinta canela, y las manos amarradas a la espalda con un lazo, además que había sido cubierto con una cobija, y encima le fue colocada la cartulina con el letrero referido líneas arriba.
Jorge Velázquez González trabajó en el Reclusorio Preventivo Norte como jefe interino de Seguridad y custodia, luego que su antecesor Mario Díaz fue suspendido por supuestos vínculos con tráfico de drogas y corrupción interna.
Desde febrero del presente año y cuando el ahora occiso, Jorge Velázquez González, se desempeñaba como jefe de Seguridad y Custodia de manera interina en el Reclusorio Norte, internos de éste amenazaron con una huelga de hambre si no cesaba el tráfico de droga en ese lugar, y denunciaron que semanalmente se introducían más de cinco kilos de cocaína; veinte kilogramos de mariguana; 100 litros de activo y un promedio de 5,000 pastillas psicotrópicas.
Debido a ello, en ese entonces, los presos solicitaron la intervención de visitadores de la Comisión de Derechos Humanos del DF, para que verificaran la serie de irregularidades que se cometían en ese reclusorio.
En un escrito de tres cuartillas, en ese entonces, los afectados revelaron nombres de personal de Seguridad y Custodia y la forma en que operan bajo el argumento de estar protegidos por sus superiores y señalaron que el personal de Seguridad y Custodia del Reclusorio Norte, tenía el control de la introducción, venta y distribución de la droga.
Aseguraron que entre los que controlaban esas acciones delictivas se encontraban el ahora occiso, Jorge Velázquez, y Gustavo Martín Jiménez, quienes conjuntamente con David Espitia y Melesio, pasaban por la aduana semanalmente esa cantidad de droga para ser distribuida entre los internos.
Además, detectaron como los principales introductores de enervantes al Reclusorio Preventivo Norte a los presos Arnulfo Pillonet, Juan Antonio Huerta Sevilla y Raymundo Olivares, mismos que tienen nexos con personal de Seguridad y Custodia, así como un sujeto a quien solamente se le conoce como "Kanen".
De acuerdo con las investigaciones, Raymundo Olivares enfrenta un proceso penal por el delito de violación a menores de edad; Juan Antonio Huerta Sevilla está preso por los delitos de extorsión a giros "negros" de Ecatepec y Ciudad Nezahualcóyotl, así como por los delitos de tortura y homicidio, en tanto que Arnulfo Pillonet, enfrenta un proceso por delitos contra la salud y pertenece a una red de presuntos narcotraficantes que venden droga en los antros del DF.
Los sicarios le dejaron un mensaje escrito en una cartulina que textualmente dice: "por bajar a mis compadres a los módulos y quitar los aparatos a los del Nueve, te mandamos al infierno y los que faltan".
El funcionario del gobierno del Distrito Federal fue privado de su libertad a bordo de una camioneta de su propiedad tipo Explorer, la noche del pasado domingo al terminar su turno y en los momentos de salir del Reclusorio Preventivo Sur, y ayer por la mañana apareció torturado y ejecutado.
Por la forma en que fue cometido el crimen de este funcionario de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del DF, los investigadores de la PDGJF presumen que se debe a una venganza de gente ligada a la introducción de drogas a los penales, debido a que desde febrero, Jorge Velázquez había sido denunciado de brindar protección a gente ligada a la venta de drogas.
Por lo relevante del caso, desde la tarde de ayer, la Fiscalía Central de Investigación para Homicidios de la Procuraduría capitalina, atrajo el expediente de la ejecución contra el director de Seguridad y Custodia del Reclusorio.
El cadáver del jefe de Seguridad y Custodia tenía la cabeza cubierta con cinta canela y las manos atadas a la espalda con un lazo, además que había sido cubierto con una cobija.
Según las investigaciones, el homicidio pudo haber sido planeado por grupos del exterior del centro penitenciario y ordenado por presos de alta peligrosidad que se encuentran internados en el Reclusorio Preventivo Sur.
De acuerdo con las investigaciones de la fiscalía de la Procuraduría General de Justicia del DF en Iztapalapa, el servidor público desapareció el pasado domingo.
Jorge Velázquez ayer cumplió un mes de haber sido designado jefe de seguridad del Reclusorio Preventivo Sur -debido a que el 10 de mayo lo designaron oficialmente en ese cargo del Reclusorio Sur- y antes ocupó ese mismo cargo de manera interina en el Reclusorio Norte, donde fue denunciado junto con otros directivos de Seguridad y Custodia de permitir la entrada de cargamentos de droga.
El cadáver del jefe de Seguridad del Reclusorio Preventivo Sur fue encontrado en la esquina de Pintapán y Guacepil, en la Colonia El Molino, perímetro de la Delegación Iztapalapa, a unos dos kilómetros del cuartel de Fuerza de Tarea de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
El ahora occiso tenía la cara cubierta con cinta canela, y las manos amarradas a la espalda con un lazo, además que había sido cubierto con una cobija, y encima le fue colocada la cartulina con el letrero referido líneas arriba.
Jorge Velázquez González trabajó en el Reclusorio Preventivo Norte como jefe interino de Seguridad y custodia, luego que su antecesor Mario Díaz fue suspendido por supuestos vínculos con tráfico de drogas y corrupción interna.
Desde febrero del presente año y cuando el ahora occiso, Jorge Velázquez González, se desempeñaba como jefe de Seguridad y Custodia de manera interina en el Reclusorio Norte, internos de éste amenazaron con una huelga de hambre si no cesaba el tráfico de droga en ese lugar, y denunciaron que semanalmente se introducían más de cinco kilos de cocaína; veinte kilogramos de mariguana; 100 litros de activo y un promedio de 5,000 pastillas psicotrópicas.
Debido a ello, en ese entonces, los presos solicitaron la intervención de visitadores de la Comisión de Derechos Humanos del DF, para que verificaran la serie de irregularidades que se cometían en ese reclusorio.
En un escrito de tres cuartillas, en ese entonces, los afectados revelaron nombres de personal de Seguridad y Custodia y la forma en que operan bajo el argumento de estar protegidos por sus superiores y señalaron que el personal de Seguridad y Custodia del Reclusorio Norte, tenía el control de la introducción, venta y distribución de la droga.
Aseguraron que entre los que controlaban esas acciones delictivas se encontraban el ahora occiso, Jorge Velázquez, y Gustavo Martín Jiménez, quienes conjuntamente con David Espitia y Melesio, pasaban por la aduana semanalmente esa cantidad de droga para ser distribuida entre los internos.
Además, detectaron como los principales introductores de enervantes al Reclusorio Preventivo Norte a los presos Arnulfo Pillonet, Juan Antonio Huerta Sevilla y Raymundo Olivares, mismos que tienen nexos con personal de Seguridad y Custodia, así como un sujeto a quien solamente se le conoce como "Kanen".
De acuerdo con las investigaciones, Raymundo Olivares enfrenta un proceso penal por el delito de violación a menores de edad; Juan Antonio Huerta Sevilla está preso por los delitos de extorsión a giros "negros" de Ecatepec y Ciudad Nezahualcóyotl, así como por los delitos de tortura y homicidio, en tanto que Arnulfo Pillonet, enfrenta un proceso por delitos contra la salud y pertenece a una red de presuntos narcotraficantes que venden droga en los antros del DF.
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