Ultiman a 2 en Tabasco
Aparecieron sin vida un hombre y una mujer; ella fue estrangulada y él, acribillado a balazos por la espalda y aparte, "rociaron de plomo", su auto de lujo que tenía aparcado fuera de su domicilio, que a decir de vecinos, los ejecutores, lo saquearon.
La movilización de la policía entró en proceso ante el reporte de lugareños por decenas de disparos de arma de fuego que se daban en la ranchería Corregidora Ortiz, pero como fue de esperarse, no dieron con los responsables.
A las siete de la mañana, los ejecutores habían hecho su trabajo; se dieron cita a las afueras del domicilio del que dicen era carpintero, de nombre Fernando Ascencio López y lo acribillaron a balazos; lo raro es que los impacto de bala que recibió fueron por la espalda.
El personal de la Procuraduría de Justicia que arribó a la zona para dar fe de los hechos, encontró que la víctima, apenas vestía pantalón, sin zapatos, y sin playera; los ejecutores dispararon contra él por la espalda.
Los peritos médicos forenses y criminalistas, realizaron sus diligencias y encontraron decenas de casquillos percutidos de armas de fuego calibre 9 milímetros y de fusiles de asalto AR-15.
Pero la policía apenas realizaba esas diligencias cuando se dio el aviso de otra persona muerta que correspondía a una mujer y que había sido ejecutada.
Ante lo delicado de la situación, se envió a otro grupo para que se encargara de realizar las diligencias, el cadáver de la joven mujer permanecía tirada a la orilla del camino vecinal que conduce a la comunidad Río Seco, por la zona de Buena Vista.
La joven estaba tirada boca abajo, cubierta del rostro con un paliacate; estaba atada de las manos y fue evidente, los golpes que recibió; el trapo que tenía amarrada al cuello fue el utilizado para estrangularla.
La muchacha, de aproximadamente 35 años de edad, fue identificada como Leydi Alvarado Badali, era oriunda de la ranchería Buena Vista; la familia declaraba en relación a su posible desaparición; ella vestía apenas un short azul, una blusita negra, sin zapatos.
Las conjeturas iniciales daban cuenta de que el crimen podría tratarse de carácter personal, por las posibles nexos entre los ejecutados, aunque para nada descartaron que el crimen organizado sea el responsable.
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