Al confirmar la muerte de dos policías preventivos de Acapulco, la Secretaría de Seguridad Pública precisó que ambos fueron decapitados.
Asimismo indicó que los dos se desempeñaban como agentes policiacos y que una llamada telefónica al teléfono 066 de emergencias alertó sobre la presencia de sus cadáveres.
Por ello, elementos policiacos acudieron al boulevard Lázaro Cárdenas, frente a las instalaciones de una fábrica panificadora.
Ahí fueron localizados los restos de los policías.
De inmediato se dieron cuenta los elementos policiacos que las dos víctimas fueron decapitadas; una de ellas tenía el pantalón hasta las rodillas y su cabeza sobre la cadera y con los ojos vendados.
En tanto, el segundo estaba con las manos atadas hacia atrás con vendas blancas y la cabeza cortada la colocaron sobre su cintura.
Cerca había una bolsa de plástico que contenía dos lenguas humanas y un narcomensaje.
Sobre la Avenida la Venta, Colonia Arroyo Seco, quedó la patrulla abandonada a cargo de los dos policías que fueron asesinados.
Acudió a dar fe de los hechos el ministerio público del fuero común y se procedió al levantamiento de los restos, para llevarlos al Semefo, donde fueron reclamados por sus familiares.
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