
Tras haber sido "levantado" la noche del pasado martes por un grupo de delincuentes hasta el momento desconocidos y luego de intensas labores de búsqueda, un comandante de la Policía Judicial del Estado de México finalmente fue encontrado muerto, tirado sobre un camino de terracería, amarrado de las manos hacía atrás, con visibles huellas de tortura y por lo menos seis balazos en diferentes partes de su cuerpo, uno de ellos en la nuca.
Aunque la PGJEM irresponsablemente ocultó este hecho y no ofreció ningún tipo de información para no crear más psicosis entre la población y por tratarse de un elemento de la corporación, se logró establecer que el malogrado comandante respondió en vida al nombre de Alberto Vivanco Lara, de 36 años de edad, cuyo cadáver fue encontrado abandonado sobre un camino de terracería, a 200 metros de la carretera Texcoco-Lechería, a la altura del kilómetro 31 más 500, en el Barrio de Santiaguito, municipio de Tezoyuca.
De acuerdo con los primeros reportes que obtuvo el Diario de las Mayorías, el ahora occiso era el comandante de investigaciones de la PJ del centro de justicia de San Juan Teotihuacán y según se dijo, la noche del pasado martes, luego que salió de las citadas instalaciones en compañía de dos presuntos "madrinas", varios sujetos fuertemente armados los interceptaron y "levantaron" para llevárselos con rumbo desconocido.
En cuanto compañeros del ahora occiso tuvieron conocimiento del "levantón" y sin que la Procuraduría mexiquense diera cuenta de lo sucedido, de inmediato iniciaron una serie de operativos en toda la zona, a fin de rescatarlo vivo; sin embargo, desafortunadamente no tuvieron suerte.
Luego de algunos días de infructuosa búsqueda, finalmente el comandante Vivanco fue encontrado, aunque desafortunadamente muerto.
El cuerpo del malogrado jefe policiaco estaba tirado boca abajo, amarrado de las manos hacia atrás con cables de bocinas y aparte de presentar golpes y visibles huellas de tortura en todo su cuerpo, tenía por lo menos seis balazos, uno de ellos en la nuca, al parecer de una pistola calibre .9 milímetros, pues a un costado del cadáver se localizaron varios casquillos percutidos de dicha arma, lo que además pone en evidencia que sus verdugos lo ajusticiaron en el mismo lugar.
Agentes judiciales que pidieron anonimato por posibles represalias informaron que durante su carrera policiaca el comandante Vivanco tuvo muchos problemas e incluso en varias ocasiones la PGJEM trató de darlo de baja por sus presuntos vínculos con integrantes del crimen organizado dedicados a la venta y distribución de drogas.
Sin embargo, dijeron, siempre se mantuvo e incluso se le dio la confianza para que fuera el comandante del grupo de investigaciones de la PJ en el centro de justicia de San Juan Teotihuacán, cargo que ostentaba hasta antes de su muerte.
Por estos antecedentes y por la forma en que se dieron los hechos, dijeron los informantes, no se descarta que el comandante Vivanco haya sido asesinado en una venganza de integrantes del crimen organizado, situación que ya es investigada por la ya de por sí "golpeada" PGJEM, la cual se espera que ya dé los resultados que de ella espera la ciudadanía.
En tanto por estos hechos, el agente del ministerio público de la subprocuraduría de Justicia de Texcoco dio inicio a la averiguación previa TEX/AMOD/I/2347/2008 por el delito de homicidio contra quien resulte responsable.
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