En un claro ajuste de cuentas, un hombre fue torturado con una bolsa de plástico en la cabeza y ejecutado a balazos, y los asesinos arrojaron su cadáver desde un vehículo en marcha en calles de la Colonia San Pedro Iztacalco. Los criminales cointinúan prófugos de la justicia.
La noche de ayer, vecinos de esa colonia observaron a lo lejos que desde un automóvil arrojaron un bulto en una oscura calle, por lo que al acercarse descubrieron que sobre el arroyo vehicular y junto a la banqueta de la esquina de Othón de Mendizábal y Tizoc se hallaba el cuerpo de una persona.
La víctima tenía una bolsa plástica naranja en la cabeza y además presentaba una serie de hematomas en el cuerpo ocasionados por golpes y heridas de arma de fuego.
El ahora occiso vestía un suéter negro con gris y blanco, un pantalón oscuro cuyo cinturón y cierre estaban desabrochados. Hasta altas horas de la noche, el ahora occiso aún no había sido identificado; por lo que autoridades ministeriales y judiciales de la Procuraduría capitalina en Iztacalco, continuaban las investigaciones en un intento por obtener pistas que los llevaran al esclarecimiento de este crimen, aunque todo parece indicar que se debió a una venganza cometida por gente ligada a una organización delictiva.
El ahora occiso, cuya edad oscila entre los 38 y 40 años de edad, fue arrojado desde un vehículo en marcha, por lo que policías preventivos y agentes judiciales realizaron un operativo en una amplia zona en busca de los responsables; sin embargo, no los localizaron.
El cadáver fue trasladado al anfiteatro delegacional, una vez que los peritos y el médico legista recogieron toda evidencia que los lleve a obtener pistas de los criminales, así como para tratar de identificar al ahora occiso.
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