En Sinaloa desplaza el Ejército a la policía


Los jefes de las tres principales corporaciones policiales de Sinaloa fueron relevados ayer por mandos del Ejército mexicano.

La medida de los gobiernos federal y estatal forma parte de una estrategia conjunta para combatir la violencia inusual que se desató en las últimas semanas, a causa de las vendettas al interior del cártel de Sinaloa, donde las bandas de Joaquín El Chapo Guzmán y de Arturo Beltrán Leyva sostienen una disputa, explicaron autoridades de la novena zona militar.

Isidro de Jesús Hernández y Francisco Javier Palma, tenientes del Ejército, tomaron ayer el control de la policía ministerial y de la policía preventiva, respectivamente, en sustitución de Rodolfo Osuna y Alfredo Mejía. A su vez, Ramón Félix Félix dejó su puesto en la dirección de la policía municipal a José Manuel Niño de Rivera, militar que trabajaba como agente en la Policía Federal Preventiva.

Sin embargo, a pesar de estos cambios y del constante patrullaje militar realizado durante los seis días que lleva de arrancada la Operación Culiacán- Navolato, ayer fueron “cazados” y asesinados con más de 200 tiros de AR- 15 y AK-47, dos agentes ministeriales en el poblado de Guasave, sumando 15 el número de policías caídos en la entidad.

Desde hace una semana fue considerado el cambio de mandos por las autoridades durante la reunión que sostuvo en esta ciudad el Gabinete de Seguridad Nacional. El secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y el de Defensa, Guillermo Galván, junto con el gobernador Jesús Aguilar Padilla, informaron a empresarios locales que tomarían medidas radicales para contener la ola de violencia que en los últimos 15 días ha provocado la muerte de cerca de 50 personas.

Los movimientos realizados en Sinaloa, donde gobierna el PRI, repiten la estrategia implantada por el gobierno federal en Baja California, en poder del PAN, donde los principales mandos civiles también fueron relevados por integrantes de las fuerzas armadas, con el fin de lograr una mayor coordinación en el combate al crimen organizado entre los diferentes niveles de gobierno.

Dirigentes políticos, sociales y sindicales, así como académicos y periodistas consultados, temen que en cualquier momento se desaten nuevos enfrentamientos por las calles, en especial, luego de la muerte de Édgar Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, considerado uno de los principales capos de la droga en el país.

Además de los cambios de mando en las corporaciones policiales, el Ejército ha realizado aseguramientos de casas de cambio, ranchos y moteles que presuntamente servían para lavar el dinero obtenido por traficantes de droga.

El cambio de horario para la venta de alcohol, la inspección de lotes de automóviles y la realización de retenes sorpresivos en las afueras de centros comerciales y de las avenidas principales de la ciudad, son otras medidas que ha tomado el Ejército, antes de asumir el control de las fuerzas policiales estatales.

Antes de que el actual general Noé Sandoval Alcázar estuviera al mando de la novena zona militar, el general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy fue amenazado públicamente en varias ocasiones por el crimen organizado.

Una de ellas fue el 18 de septiembre de 2006, cuando fue arrojado un cadáver frente a la entrada del cuartel general.El 9 de agosto de 2007, tres coronas fúnebres, con tres perros muertos, fueron colocadas en distintos puntos de la ciudad, acompañadas de mensajes como “Te alineas o te alineo Gral Eddy”, “Y sigues tu pendejo Eddy” y “Coopelas o cuello”.

- ClavesQue se dé de baja

¡Quien tenga miedo, que se dé de baja!, grita uno de los uniformados estatales.

Los demás ríen a carcajadas.

Es una broma pensar que ninguno de los policías tiene miedo ante lo que pueda pasarles.

“Los militares nada más van a durar un rato y se van a ir, pero nosotros nos vamos a quedar”, dice otro efectivo sobre la llegada de nuevos mandos.

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