Sin que las autoridades determinen cuál fue el motivo real que orilló a varios sujetos a dar muerte a un agente federal que se desplazaba en motocicleta por el sector de las calles Henequén y Justo Sierra, en la colonia Manuel Valdés, la víctima alcanzó a repeler el ataque realizado por tripulantes de una camioneta tipo X-Terra y un vehículo Hundai color blanco.
De acuerdo a testigos los sujetos, que corrieron en distintas direcciones tras el atentado, traían mujeres con ellos; una de ellas alcanzó a subirse a una rutera con un bebé en brazos.
Los hechos iniciaron cuando cerca del mediodía del sábado el elemento motociclista, ocupando la unidad número M 1500 de la dependencia federal, supuestamente apercibía a un conductor de una camioneta oscura para que detuviera la marcha de su vehículo sobre las calles antes citadas.
Cuando se hacía de palabras con el guiador, presunto responsable, éste sacó un arma larga de calibre no determinado y abrió fuego en contra del agente, que patrullaba solo el área. En tanto otro vehículo color blanco, un automóvil Hundai en que viajaba un matrimonio y su pequeño de brazos, le cerró el paso al efectivo federal, para de manera cobarde el conductor abrir fuego por la espalda en contra del infortunado.
Hasta la tarde de ayer las autoridades federales declinaron proporcionar la identidad del hoy occiso, quien quedó en medio de un charco de sangre, a un lado de su motocicleta y del vehículo blanco.
Los agresores presuntamente tomaron rumbos distintos hacia calles de terracería aledañas, mientras que la mujer con su bebé abordó un camión de transporte público que pasaba por ahí con rumbo al poniente de la ciudad.
Trascendió que elementos federales a bordo de un helicóptero patrullaban cerca del crimen y seguían a sospechosos en una camioneta de características similares, incluso se dijo por parte de testigos que los agentes disparaban entre los automóviles al automotor, con peligro de lesionar a alguien. Las autoridades aún no lo confirman.
La identidad, así como las armas con que dispararon al hoy occiso, hasta la tarde del sábado no se habían dado a conocer a través del conocido protocolo de comunicación de la Subprocuraduría de Justicia, cuyos agentes arribaron varios minutos después a la escena del crimen para llevar a cabo su trabajo.
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