Un grupo de lugareños se llevaron un susto al encontrar en su camino dos cadáveres, uno de un hombre y otro de una mujer, enterrados en un rancho privado en el municipio de Villa de Santiago, en Nuevo León.
Según las primeras investigaciones policiales, los cuerpos tenían en las muñecas huellas de ataduras, así como varios hematomas, además se apreció que el hombre tenía un impacto de proyectil de arma de fuego en la frente.
El hallazgo fue reportado aproximadamente a las 16:50 horas sobre el cauce de un arroyo en el terreno ubicado en la calle Prolongación Juárez, en su cruce con paso al Acueducto, en la comunidad El Barrial al sur del área metropolitana de esta capital.
Elementos de la Policía Ministerial especializada en homicidios informaron que los cuerpos estaban uno encima de otro, en una pequeña fosa de un metro de profundidad por 1.80 de largo y uno de ancho.
Hasta el lugar se trasladaron personal de Servicios Periciales para iniciar con el levantamiento de evidencias, pues señalaron que la pareja tendría entre tres a cinco días de haber fallecido.
Se precisó que entre las manos y pies de los cuerpos había restos de tela y cinta, y se sospecha que ambos estuvieron secuestrados en una casa de seguridad en los municipios del sur de esta entidad.
Por el estado de descomposición no se logró establecer la edad de las víctimas, además estaban con el rostro desfigurado, pero no se informó si fue por golpes u ocasionado por animales del monte.
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