Se echan a cuatro en Durango
Una espectacular movilización policiaca y de las fuerzas castrenses tal vez sin precedente en esta ciudad, que tanto por tierra como por aire se desplegó sobre todo en la zona norte capitalina, se registró ayer al mediodía tras el asesinato de 4 personas -aparentemente 2 de la tercera edad- ocurrido en las inmediaciones de la delegación local de la PGR.
En el atentado, el vehículo en el que viajaban las 4 víctimas, derribó parte de la barda perimetral de la delegación de la PGR, cuando sus ocupantes regresaban del cementerio Valle de los Sabinos, por la carretera a Parral, donde apenas minutos antes habían sepultado a su familiar, Jorge Loera Silva, ultimado el lunes anterior en la Colonia Mayagoitia de 8 balazos.
La familia del occiso, tras las honras fúnebres de Jorge, se dispusieron a sepultarlo ayer a las 12:00 horas. Fue cuando salían del cementerio Valle de los Sabinos, ya los estaban esperando los sicarios, que abrieron fuego apenas observaron la camioneta Chevrolet Blazer, negra, placas GAD-88-09 de Durango, en la que viajaban Carlos Loera y Manuel Loera, hijo y padre, de 41 y 75 años respectivamente, así como 2 mujeres, 1 de ellas también de la tercera edad, de las que no se pudieron recabar nombres, aunque una versión no confirmada indicó que pudiera tratarse de las esposas de ellos. Los 4 fueron masacrados.
Probablemente al escuchar las primeras detonaciones, el conductor de la Blazer aplicó velocidad, empero al alcanzarlo las balas cuando circulaba por la carretera a Parral de poniente a oriente, repentinamente viró hacia su izquierda, para cruzar la cinta asfáltica e impactar contra la barda perimetral de la delegación de la Procuraduría General de la República. Medio motor quedó insertado en el muro.
Es de anotar que la Blazer negra observó impactos de bala prácticamente en cada pliegue de la misma.
Los cadáveres fueron recogidos por elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado, específicamente del Servicio Médico Forense. Sin embargo, a partir de ese momento, el caso fue puesto en manos del ministerio público federal que, por su parte, como es costumbre, no proporcionó información alguna en torno a los hechos.
En el lugar, miembros del Ejército acordonaron el área en que quedó la Chevrolet, aunque llamó la atención el hecho de que muchas personas, incluso civiles mirones, pudieron caminar sin restricción alguna en torno al vehículo antes de que peritos concluyeran sus labores.
El director de Seguridad Pública Municipal, Mario Zaldívar Mijares, declaró a este reportero que solamente acudieron al lugar miembros de la corporación, cuando se activó el código rojo, empero no tenía más información. Solamente indicó que tenía algún dato mínimo en el sentido de que se realizaban operativos en distintos puntos de la ciudad y probablemente habría algunos detenidos.
Por su parte, el comandante de la Décima Zona Militar, Moisés Melo García, confirmó que en efecto, sí se habían detenido ya varias personas -no detalló el número- presumió que tenían relación con el cuádruple homicidio. De igual forma, el general asentó que el caso de esta masacre fue tomado de manera inmediata por el ministerio público federal.
Lo anterior tiene coherencia, por el hecho de que el homicidio ocurrió en carretera federal, resultaron dañadas instalaciones federales y aparentemente por el tipo de armas utilizadas.
Es de anotar que en el trayecto del centro de la ciudad hasta el punto del homicidio múltiple, pudieron observarse diversos operativos. Elementos del Ejército, así como de las policías estatal y municipal, tenían detenidos algunos vehículos de reciente modelo color negro, empero, al parecer, nada tuvieron que ver con los hechos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario